martes, 22 de marzo de 2016

Especial 100 visitas



¡Hey! ¿Qué tal? Yo, bien. Espero que vosotros también. Y quiero deciros algo: ¡gracias por vuestra confianza y por visitar mi blog nada más ni nada menos que 101 veces!
Así que quiero devolveros el favor que habéis hecho (visitar mi blog 101 veces) con un... ¡Especial 100 visitas!
¡! ¡101 visitas! ¡Toma ya!

¿Qué puedo hacer para que seáis felices como mi amiguito de arriba?
¡Vídeos extremísimos de risa!
No...
Tío... Estoy sin ideas. Ay... Qué mal...
:-(
¡Ya sé!
Mi primera curiosidad, que no publiqué, que no publiqué...


En 1883, Henry Ziegland rompió relaciones con su novia, quien completamente afligida, terminó suicidándose. El enfurecido hermano de la chica persiguió a Ziegland y le disparó. Creyendo que lo había matado, el hermano se quitó entonces la vida. Pero el caso es que, Ziegland no había muerto. La bala solo le había arañado el rostro, y terminó alojada en un árbol. Escapó por los pelos. Años más tarde Ziegland decidió cortar el mismo árbol, que aún tenía la bala en su interior. El árbol parecía tan formidable que decidió volarlo con dinamita. La explosión extrajo la bala de la corteza, la cual salió disparada en dirección a Ziegland, le alcanzó en la cabeza y le mató.


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